SpaceX de Musk ha lanzado más de 1.000 satélites Starlink a órbita desde principios de año hasta junio, lo que representa más del 60% de los satélites lanzados en todo el mundo en la primera mitad de 2023, según datos del astrofísico Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EE.UU.), según Nikkei Asia.
Elon Musk habla online en la conferencia del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona (España) sobre Starlink
El "Imperio" se expande
Las constelaciones de satélites en órbita terrestre baja permiten conexiones a Internet más rápidas que los servicios de banda ancha terrestres fijos, y Musk ha invertido mucho en este mercado en crecimiento.
SpaceX ha lanzado casi 5.000 satélites Starlink al espacio desde 2019 y ha solicitado licencias para operar un total de 42.000 satélites, según Nikkei Asia. La compañía actualmente tiene pocos competidores, y Amazon, uno de sus rivales, planea lanzar un prototipo de satélite para finales de este año.
Hasta ahora, Starlink se ha centrado principalmente en el segmento B2B (empresa a empresa). Entre sus clientes corporativos se encuentran Royal Caribbean Group, la línea de cruceros estadounidense, y Zipair Tokyo, una aerolínea japonesa de bajo coste. Starlink también ha desempeñado un papel clave en Ucrania, donde gran parte de su infraestructura de comunicaciones terrestres fue destruida en el conflicto con Rusia.
Tras reunirse con el primer ministro indio, Narendra Modi, en Estados Unidos el 20 de junio, el Sr. Musk expresó su deseo de ofrecer servicios de telecomunicaciones por satélite en India, afirmando que ampliar el acceso a internet "podría ser extremadamente útil" en aldeas remotas. India tiene una población de 1.400 millones de personas, pero solo el 2 % de los hogares cuenta con acceso a internet fijo de alta velocidad.
Los satélites Starlink de SpaceX pueden proporcionar acceso a internet de alta velocidad mientras orbitan a tan solo 300 a 600 kilómetros sobre la superficie terrestre, muy por debajo de los satélites meteorológicos y de otro tipo, que suelen orbitar a unos 36.000 kilómetros sobre la Tierra. Según Ookla, proveedor estadounidense de pruebas de velocidad de internet, las velocidades de Starlink son al menos comparables a las de los servicios terrestres, hasta un 40 % más rápidas que la banda ancha convencional en el Reino Unido y el doble en Australia.
Oportunidades y riesgos
Dado que los satélites no requieren cables, presentan una gran ventaja en zonas rurales y remotas donde la infraestructura de comunicaciones está subdesarrollada. Se prevé que el número de usuarios de servicios de comunicaciones por satélite se duplique con creces a nivel mundial, pasando de 71 millones en 2022 a 153 millones en 2031, según Euroconsult, consultora espacial.
Morgan Stanley predice que el mercado global de comunicaciones por satélite se multiplicará por 13 entre 2020 y 2040, alcanzando los 95 000 millones de dólares, impulsado por la demanda de vehículos autónomos. La red Starlink es una herramienta poderosa para los coches autónomos, ya que pueden actualizar su software continuamente en cualquier lugar. El multimillonario Musk es propietario de Tesla, el principal fabricante mundial de coches eléctricos y autónomos.
Sin embargo, las comunicaciones por satélite son un campo relativamente nuevo y no están exentas de riesgos. OneWeb, operador de satélites del Reino Unido, quebró en 2020 tras atravesar dificultades financieras y recibir un rescate gubernamental.
Ni siquiera SpaceX está en terreno firme. La compañía intenta expandir su mercado a la vez que recibe cuantiosas subvenciones gubernamentales y encargos de proyectos de la NASA. La presidenta de SpaceX, Gwynne Shotwell, afirmó que Starlink generará ganancias para 2023.
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