
En concreto, el paciente PTN (21 años) fue llevado al Instituto de Salud Mental por su familia en un estado en el que se reía solo sin motivo alguno y golpeaba a su madre. A través de su historial médico, los médicos descubrieron que el paciente había comenzado a consumir diversos tipos de estimulantes, como N₂O, ketamina y marihuana, hacía unos 5 años. Al principio, solo lo consumía en momentos de diversión con amigos, lo que le proporcionaba una sensación de alegría y bienestar.
Sin embargo, con el tiempo, la frecuencia y la cantidad de consumo aumentan. Cuando no consume, el paciente se vuelve inquieto, irritable y depresivo. Comienza a presentar síntomas de trastornos mentales graves, como oír voces en la cabeza, murmurar para sí mismo, irritabilidad, maldecir e incluso golpear a su madre. Esta afección se diagnostica como: Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de diversos tipos de drogas con síntomas mixtos.
Los médicos afirman que el caso de PTN no es único. Según investigaciones, el consumo de múltiples sustancias es muy común entre los adolescentes. De quienes participan en programas de tratamiento por abuso de sustancias, hasta el 96 % consume múltiples sustancias. Esto demuestra que los adolescentes pueden cambiar fácilmente de una sustancia a otra o consumir varias a la vez, lo que complica el tratamiento.
Hoy en día existen muchos tipos diferentes de estimulantes y drogas disponibles, desde los tradicionales como la marihuana hasta otros nuevos más peligrosos como el “pastel perezoso”, el “gas de la risa” (N2O) o drogas sintéticas presentes en clubes nocturnos como el MDMA y la ketamina.
Estas sustancias causan numerosos efectos negativos a corto y largo plazo. Entre ellos, la marihuana causa deterioro de la memoria, la capacidad de aprendizaje y la resolución de problemas, pérdida de coordinación y aumento de la frecuencia cardíaca. Altas dosis de LSD pueden causar alucinaciones, paranoia y ataques de pánico. Las drogas sintéticas provocan conductas de alto riesgo como la violencia y el robo.
En particular, el abuso de alcohol y marihuana también pueden causar defectos estructurales y funcionales en el cerebro, dando lugar a deterioro de la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información.
Para reconocer signos tempranos de consumo de sustancias en adolescentes, los padres y familiares deben prestar atención a cambios inusuales como: Cambios en el rendimiento académico; Cambios en las relaciones con familiares y amigos; Cambios en la higiene personal; Llamadas telefónicas inexplicables.
Fuente: https://baolaocai.vn/roi-loan-tam-than-nang-do-su-dung-ma-tuy-tong-hop-post879433.html
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