Cuando la dorada luz del otoño se extiende sobre los campos, el Delta Norte resuena con el ritmo vibrante de la cosecha en maduración. En esta tierra, el arroz no solo es un cultivo que ha alimentado a muchas generaciones, sino también el alma de la fértil campiña. Cada temporada de cosecha, los campos se cubren de un manto dorado, meciéndose con el viento, dando la bienvenida a los pasos de quienes regresan.
Fotografía: Nguyen Trong Cung
Revista Heritage
Kommentar (0)