Durante los días de cosecha, al pasar por los distritos de Tien Lu, Phu Cu y An Thi, o en la misma ciudad de Hung Yen, es fácil ver humo blanco que cubre los campos. Se trata de humo de paja, consecuencia de la costumbre de quemar subproductos agrícolas después de la cosecha. Este hábito, aparentemente inofensivo, tiene graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente.
La paja y el rastrojo se quemaron indiscriminadamente y el humo blanco cubrió los campos y la carretera principal del norte de la Universidad Pho Hien.
Quemar paja: conveniente pero perjudicial a largo plazo
“Después de que la cosechadora termina, la paja se deja al pie del árbol. Tras secarse un día o dos, la recojo y la quemo; es más rápido. Ya no usamos estufas de paja ni criamos vacas, así que ¿qué sentido tiene dejarla?”, comentó con franqueza el Sr. Le Van Tam, agricultor de la comuna de Trung Nghia, ciudad de Hung Yen .
La opinión del Sr. Tam no es infrecuente. Para muchos agricultores, quemar paja es una forma sencilla, que ahorra tiempo y esfuerzo, de limpiar los campos y prepararlos para la siguiente cosecha. Incluso creen que este método también ayuda a eliminar las plagas residuales del suelo. Sin embargo, tras ese humo blanco se esconde una cadena de impactos negativos a largo plazo.
El humo de la quema de paja contiene numerosos contaminantes como CO₂, CO y polvo fino PM2.5, un tipo de partícula microscópica que puede penetrar profundamente en los pulmones y causar neumonía, asma e incluso enfermedades cardiovasculares. Según los expertos, el PM2.5 es un "asesino invisible" en el aire, especialmente peligroso para niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades subyacentes.
La Sra. Tran Thi Ngoc Thanh, residente del barrio de An Tao, ciudad de Hung Yen, estaba disgustada: “Durante la temporada de cosecha de arroz, todas las tardes tengo que cerrar las puertas y encender el aire acondicionado constantemente. Toda la familia tiene dificultad para respirar por el humo de la paja. El olor penetrante se pega a la ropa y la ropa de cama, haciendo que la comida tenga mal sabor”.
El humo denso no solo contamina el aire, sino que también reduce la visibilidad y pone en peligro la seguridad vial, especialmente en las carreteras entre pueblos y comunas que atraviesan los campos. Además, la quema de paja también provoca que el suelo pierda su capa orgánica natural, se vuelva árido, infértil y difícil de retener la humedad, lo que reduce el rendimiento de los cultivos a largo plazo.
Los agricultores de la comuna de An Vien (Tien Lu) queman paja en sus campos.
A falta de soluciones, la gente sigue "quemándose por conveniencia"
Aunque muchas personas conocen los efectos nocivos del humo de paja, la realidad es que aún carecen de alternativas adecuadas. Muchos hogares no tienen las condiciones para comprar o alquilar máquinas para enrollar y prensar paja. La reutilización de la paja para fines como el cultivo de hongos, el compostaje o el biocombustible aún está fragmentada y carece de una producción estable. En particular, en muchas localidades, la labor de propaganda sigue siendo ineficaz y no logra conectar con los hábitos innatos de los agricultores.
La cantidad de paja recogida es pequeña y manual.
Según el Decreto n.º 45/2022/ND-CP del Gobierno , la quema de residuos de cultivos al aire libre en zonas residenciales, aeropuertos o vías de tráfico importantes puede conllevar una multa de entre 2,5 y 3 millones de VND. Sin embargo, en la práctica, la multa prácticamente no se aplica, por lo que las disposiciones legales no son lo suficientemente disuasorias.
Algunos modelos han demostrado una clara eficacia para sustituir el hábito de quemar paja. Por ejemplo, el modelo coordinado por el Centro Provincial de Extensión Agrícola de Hung Yen en varias comunas. Los agricultores participantes recibieron capacitación en técnicas y apoyo con el producto Sumitri, un preparado biológico utilizado para tratar la paja directamente en el campo. Los resultados mostraron que la paja y el rastrojo se descompusieron rápidamente, el suelo se volvió más poroso, las plantas de arroz crecieron mejor y el costo del uso de pesticidas también se redujo significativamente.
La mayor parte de la paja y el rastrojo todavía se desperdician o se queman espontáneamente.
Sin embargo, este modelo no se ha replicado ampliamente. En parte porque las personas aún se muestran reticentes a cambiar sus hábitos, en parte por la falta de financiación y mecanismos de apoyo específicos. Para resolver por completo el problema del humo de paja, se necesita una participación drástica y sincrónica de múltiples partes, como: una amplia propaganda, especialmente a nivel de base, es necesario coordinarse con asociaciones y organizaciones para organizar sesiones de propaganda directa en los campos, distribuir folletos y mostrar videos que instruyan sobre cómo manipular la paja sin polvo ni humo; apoyar a los agricultores para que accedan a máquinas para enrollar y prensar paja, máquinas para cortar paja, así como para conectar la producción de productos procesados a partir de paja; fomentar la economía circular a través de cooperativas para recolectar y procesar paja en fertilizantes, combustible, lechos, materiales de construcción o materiales para el cultivo de hongos; aplicar sanciones razonables, fortalecer la inspección y la supervisión en las localidades, y controlar estrictamente los actos de quema de paja que afecten el entorno vital y la seguridad de la comunidad.
Abandonar un hábito profundamente arraigado no es fácil. Pero si seguimos quemando por conveniencia, estamos convirtiendo involuntariamente campos fértiles en lugares contaminados. En el contexto de un cambio climático cada vez más severo, cambiar la forma en que manejamos la paja después de la cosecha no es solo una opción, sino una necesidad urgente. Para mantener los campos limpios, el aire fresco y la salud de la comunidad, es hora de abandonar lo viejo y adoptar nuevas formas de hacer las cosas, más respetuosas con el medio ambiente y con nuestras propias vidas.
Bondad
Fuente: https://baohungyen.vn/loi-it-hai-nhieu-tu-viec-dot-rom-ra-3181862.html
Kommentar (0)