En su primera aparición en el Campeonato Mundial de Voleibol Femenino, la selección vietnamita terminó su viaje con una derrota ante Kenia, pero el resultado solo refleja una pequeña parte del panorama.

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Las mujeres vietnamitas compiten con gran esfuerzo. Foto: Voleibol Mundial

Lo que queda más profundamente es el espíritu de lucha, la perseverancia y las valiosas lecciones que las chicas de oro trajeron al voleibol vietnamita.

Colocados en el mismo grupo con oponentes con tradición y físico superior, los estudiantes del entrenador Nguyen Tuan Kiet no mostraron ningún miedo.

En cada partido, desde Polonia, Alemania hasta Kenia, la selección femenina vietnamita jugó con toda su confianza, persiguiendo continuamente el marcador y en ocasiones obligando a sus oponentes a esforzarse para defender.

Eso demuestra el gran coraje de un nuevo equipo que sube por primera vez al escenario más grande del planeta, especialmente el espíritu.

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Thanh Thuy y Nhu Quynh son muy fuertes. Foto de : Voleibol Mundial

La más destacada sigue siendo la líder Tran Thi Thanh Thuy. En cada partido, no solo suma muchos puntos importantes, sino que también inspira a sus compañeras con su férrea actitud de lucha y su sonrisa inagotable.

Además de Thuy, caras jóvenes como Bich Thuy, Kieu Trinh o Nhu Quynh han dejado su huella con ataques fuertes, bloqueos sólidos y una defensa tenaz.

Los partidos en Tailandia son una señal positiva de que Vietnam tiene una próxima generación potencial.

La trayectoria en este campeonato mundial también aportó una valiosa experiencia. El equipo se expuso a estilos de juego modernos y puso a prueba su fuerza física y paciencia en el entorno más duro.

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La primera participación de Vietnam en el torneo mundial de voleibol dejó un gran legado. Foto: Voleibol Mundial

Si bien el físico, la velocidad o la fuerza muscular siguen siendo una desventaja, el espíritu competitivo, el deseo y la capacidad de coordinación de Vietnam no han sido menos competitivos. Esto nos hace creer que, con una inversión más sistemática en el futuro, el equipo puede alcanzar el máximo nivel.

Vietnam abandonó el torneo sin ganar, pero con una mentalidad diferente: más segura, más unida y con más experiencia. A partir de ahora, los partidos continentales ya no abrumarán a las chicas, pues se han enfrentado a las mejores selecciones del mundo.

El corto pero emotivo viaje hacia el Mundial de 2025 se convertirá así en un hito memorable.

Lo que acaba de suceder confirma que el voleibol femenino vietnamita está en el camino correcto y que con fe, perseverancia y el espíritu de nunca rendirse, un día en un futuro no muy lejano, seremos testigos de más victorias históricas en el gran escenario.

Fuente: https://vietnamnet.vn/bong-chuyen-nu-the-gioi-2025-tinh-than-viet-nam-ruc-sang-2436939.html