Andrea y su esposo pasaron 5 años probando muchos métodos de inseminación artificial para tener un hijo porque ella tenía síndrome de ovario poliquístico.
Tras casi 10 años de noviazgo, Andrea y Ralph decidieron casarse. Como muchas otras parejas, planeaban tener hijos y nunca imaginaron que tendrían dificultades para concebir. Sin embargo, después de dos años, la buena noticia seguía sin llegarles. "Poco a poco me di cuenta de que algo andaba mal conmigo, aunque había oído a muchos expertos médicos , amigos y familiares decir que estábamos demasiado estresados; si nos relajábamos, pronto quedaríamos embarazados", dijo Andrea.
Andrea y su esposo decidieron ir a la maternidad de Norwalk, donde el médico le diagnosticó síndrome de ovario poliquístico (SOP). Aunque Andrea no estaba contenta, se sintió aliviada al saber la causa.
El síndrome de ovario poliquístico se considera la principal causa de infertilidad en mujeres. Entre el 2,2 % y el 26,7 % de las mujeres en edad reproductiva (15-44 años) padecen este síndrome, pero muchas desconocen su existencia y no lo tratan a tiempo, lo que conlleva numerosas complicaciones. Los trastornos de la ovulación son la causa de infertilidad en personas con SOP.
El médico animó a Andrea y Ralph a iniciar un tratamiento de inseminación intrauterina (IIU). Tras el fracaso del primero, se sometieron a una segunda IIU. Sin embargo, Andrea seguía sin tener éxito cuando recibió una llamada del hospital informándole que su prueba de embarazo había dado negativo.
"Recuerdo haber colgado el teléfono, respirar hondo e intentar contener las lágrimas para que mis compañeros no sospecharan nada. Más tarde ese día, fui al baño a llorar y luego corrí a mi escritorio para terminar mi trabajo inacabado como si nada hubiera pasado", relató Andrea.
Andrea y su esposo habían pasado por tres ciclos de inseminación artificial (IIU) sin éxito. Fue el peor momento de sus vidas. La pareja acudía a todas las citas médicas sintiéndose desesperanzada, y Andrea se sentía aislada.
Andrea abraza felizmente a su bebé tras una difícil travesía para encontrar un hijo. Foto: Illume Fertility
Entonces llegó la pandemia de COVID-19, y la vio como una oportunidad para descansar y relajarse tanto mental como físicamente. Andrea comenzó a sanar mentalmente haciendo ejercicio, adoptando una dieta saludable y cuidando mejor su cuerpo. Encontró la fuerza para seguir adelante con su sueño de ser madre.
Tras un largo descanso, Andrea y Ralph retomaron su búsqueda de un hijo. Esta vez, optaron por la fecundación in vitro (FIV). Andrea comentó que, durante ese tiempo, tanto ella como su esposo estaban mentalmente bien preparados. Ya no era tan estricta consigo misma y adquirió más confianza en el proceso de tratamiento.
El médico recolectó 30 óvulos y creó 9 embriones. Tras la primera transferencia de embriones en agosto de 2021, la suerte les sonrió a Andrea y a su esposo cuando ella recibió la noticia del embarazo. Rebosó de felicidad e inmediatamente llamó por teléfono para contarles la buena noticia a su esposo y madre.
Tras 5 años de espera, Andrea y Ralph finalmente le dieron la bienvenida a su hijo Dominick Ralph el 26 de abril de 2022. Ahora, el pequeño tiene más de un año y es adorable y tierno. "Cuando mi hijo durmió plácidamente a mi lado, no pude contener las lágrimas. Al ver su adorable carita, no podía creer que fuera madre. Mi hijo trae mucha felicidad a nuestra gran familia", compartió Andrea.
Tras haber pasado por la ardua tarea de encontrar un hijo, Andrea ofrece con confianza algunos consejos para quienes tienen los mismos problemas de fertilidad que ella. Comenta que hay muchos aspectos que abordar durante el proceso de tratamiento de la infertilidad, como tomar medicamentos para la fertilidad a diario, las citas de seguimiento, la espera de los resultados de las pruebas, el impacto físico y mental del estrés constante... mientras la vida continúa.
A veces, las mujeres pueden sentirse abrumadas al tener que compaginar sus emociones, trabajo y responsabilidades familiares. "El hecho de que este proceso sea tan personal y delicado lo hace especialmente difícil, porque no mucha gente sabe por lo que estás pasando. E incluso quienes sí lo saben podrían no poder ayudarte", afirma.
Según Andrea, cada persona tiene diferentes maneras de afrontar sus problemas. Algunas optan por compartir sus dificultades con sus familiares. Otras mantienen todo el proceso en secreto hasta que logran concebir. Sea cual sea la opción elegida, Andrea aconseja a todas que lo más importante es tomarse tiempo para cuidarse y descansar (acupuntura, masajes, vacaciones...). Si es posible, las mujeres deberían compartirlo con su pareja o con amigas cercanas para sentirse más cómodas.
Además, es necesario contactar a su médico para comprender mejor su condición y recibir información útil para el proceso de tratamiento. Andrea también recomienda que las personas se conecten con otros pacientes infértiles para compartir sus sentimientos, sentirse más cómodos y adquirir más experiencia en el proceso de tratamiento.
Hola mi ( según Illume Fertility )
[anuncio_2]
Enlace de origen
Kommentar (0)