Las compañías navieras de todo el mundo se enfrentan a una presión cada vez mayor para abordar la enorme cantidad de contaminación atmosférica emitida por la industria marítima. En un esfuerzo por lograr un transporte marítimo más limpio, se está implementando la tecnología de propulsión asistida por viento como solución para que las operaciones marítimas sean más respetuosas con el medio ambiente.
El viento se considera un combustible prácticamente gratuito. Además de aumentar significativamente los costos operativos, el potencial de reducción de emisiones de este combustible también es enorme. En los últimos años, algunas compañías navieras han experimentado con la instalación de velas gigantes para remolcar barcos en el mar o con la instalación de motores que funcionan parcialmente con energía eólica.
Como una de las empresas que se suma a la tendencia de utilizar la energía eólica para el transporte marítimo sostenible, la francesa TOWT está probando el funcionamiento del velero Anemos, lo que supone un importante avance en la industria naviera. El Anemos, de 81 metros de eslora, tiene capacidad para transportar 1.000 toneladas de carga. Con sus gigantescas velas de control automático, el Anemos alcanza una altura total de 62,8 metros. Con su diseño moderno y tecnología avanzada, el Anemos no solo simboliza el resurgimiento de la tecnología marítima tradicional, sino también una posible solución a los retos ambientales que enfrenta la industria naviera. Se dice que los dispositivos de propulsión eólica pueden impulsar la transición a combustibles alternativos más limpios. Reducir la demanda total de combustible de un barco ayuda a mitigar en parte el impacto negativo en los precios de la transición a combustibles sostenibles.
El Anemos zarpó de Le Havre, Francia, a Newark, Nueva York, en su viaje inaugural de 18 días. La imagen del velero llegando a Newark, con la bodega repleta de champán, coñac y mermelada, podría evocar una época olvidada de la navegación eólica. Con Anemos, TOWT busca revivir esta tecnología económica y respetuosa con el medio ambiente y contribuir a la navegación sostenible. El director ejecutivo de TOWT, Guillaume Le Grand, espera que este sea el primero de muchos más viajes del Anemos y afirma que se han encargado seis barcos más ante la creciente preocupación de los consumidores por la huella de carbono del transporte.
Según la Organización Marítima Internacional (OMI), el sector naviero emite alrededor de mil millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivale a casi el 3 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La OMI espera alcanzar la neutralidad de carbono en el sector para 2050. En los últimos años, algunas navieras han experimentado con la instalación de cometas gigantes para impulsar barcos en el mar o con la instalación de motores que funcionan parcialmente con energía eólica en los barcos para reducir su dependencia del diésel.
Según la Asociación Internacional de Buques de Energía Eólica, actualmente hay alrededor de 40 grandes buques de carga en todo el mundo que utilizan energía eólica. Esta cifra representa una pequeña fracción de los 105.000 buques que desplazan más de 100 toneladas en todo el mundo. Además de proporcionar propulsión sin emisiones, la energía eólica es un recurso inagotable y predecible, según Popular Science. Estas características son útiles para la industria naviera, que representa entre el 2 % y el 3 % de las emisiones mundiales de CO2, equivalentes a 837 millones de toneladas de CO2 al año.
SUR
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Fuente: https://www.sggp.org.vn/xu-huong-su-dung-van-tai-bien-xanh-bang-suc-gio-post757451.html
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