El 6 de marzo, Brasil y Estados Unidos tuvieron sus primeras reacciones al anuncio de Venezuela de elegir el 28 de julio como día para las elecciones presidenciales del país.
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| Venezuela celebrará elecciones presidenciales el 28 de julio. El actual presidente, Nicolás Maduro, también se postula. (Fuente: Riotimes online) |
The Brazilian Report informó que durante una conferencia de prensa con el primer ministro español, Pedro Sánchez, quien se encuentra de visita en Brasilia, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, saludó la decisión de Venezuela de fijar una fecha para las elecciones.
“Venezuela entiende que necesita celebrar elecciones democráticas de alto nivel para que podamos restablecer la participación de nuestro pueblo… y para que podamos ver a Estados Unidos levantando su bloqueo y cerco”, dijo.
Sobre la posibilidad de que las elecciones sean justas, Lula da Silva dijo que eso depende del comportamiento del candidato de la oposición, y afirmó que el gobierno venezolano dijo que invitaría a observadores extranjeros a monitorear los comicios.
Del lado estadounidense, el gobierno todavía expresó preocupación al recibir la notificación sobre el cronograma electoral de Venezuela.
Estados Unidos también afirmó su compromiso con el diálogo constructivo y el apoyo a elecciones competitivas e inclusivas, y llamó al presidente venezolano Nicolás Maduro a cumplir con sus compromisos en el acuerdo de la hoja de ruta electoral.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. destacó que entre los acuerdos alcanzados en Barbados en octubre de 2023 entre el gobierno venezolano y la oposición estaba “invitar de inmediato a observadores electorales de la Unión Europea y otros países, permitir que todos los candidatos se postulen a cargos públicos y realizar una actualización exhaustiva del registro electoral”.
Ese mismo día, el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden extendió por un año más la declaración de “emergencia nacional” respecto a Venezuela, emitida desde 2015, enfatizando que la situación en el país sudamericano es una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Al respecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela emitió un comunicado de enérgica protesta, señalando que se trata de una “acción innecesaria, irrazonable y hostil”.
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