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| La economía alemana está oficialmente en recesión. Los consumidores optan por comprar en un supermercado de Fráncfort (Alemania). (Fuente: Xinhua) |
Alemania oficialmente en recesión técnica
El 25 de mayo, los datos de la Oficina Alemana de Estadística (Destatis) mostraron que la economía alemana se contrajo ligeramente en el primer trimestre de 2023 y entró oficialmente en recesión técnica.
El producto interior bruto (PIB) en Alemania disminuyó un 0,3% en el primer trimestre de 2023 en comparación con los tres meses anteriores.
Las cifras de hoy suponen un revés para Alemania. El canciller alemán, Olaf Scholz, cree que el país no entrará en recesión en enero de 2023, a pesar del alza de los precios de la energía y los alimentos debido al conflicto en Ucrania.
El motor europeo se contrajo un 0,5 % en el cuarto trimestre de 2022, lo que significa que el crecimiento económico de Alemania ha disminuido durante dos trimestres consecutivos, según Ruth Brand, presidenta de Destatis. Una recesión se define generalmente como una disminución del PIB real durante dos o más trimestres consecutivos en un año.
La inflación continuó afectando negativamente a la economía alemana en el primer trimestre de 2023, según Destatis. Esto se reflejó en el consumo de los hogares, que cayó un 1,2 % en el primer trimestre, tras ajustes de precios y estacionalidad.
Los consumidores han visto cómo la alta inflación ha erosionado su poder adquisitivo, reduciendo así la demanda en la economía. Además, la tasa de inflación anual ha caído al 7,2 % (registrada en abril de 2023), pero sigue siendo una cifra relativamente alta.
Los hogares gastaron menos en alimentos, bebidas, ropa, calzado y muebles en el primer trimestre que en el trimestre anterior. También compraron menos coches nuevos, posiblemente porque los subsidios gubernamentales finalizarán a finales de 2022.
Paralelamente, el gasto público también cayó en los primeros tres meses del año.
Hubo un lado positivo en lo que respecta a la inversión, ya que la misma se recuperó gracias a un repunte temporal en la construcción en medio de un clima inusualmente cálido.
Al comentar los resultados de crecimiento del primer trimestre del año, Andrew Kenningham, economista jefe para Europa de Capital Economics Consulting Company, afirmó: «La caída del 0,3 % del PIB en comparación con el trimestre anterior estuvo en línea con las expectativas, ya que Alemania se vio afectada tanto por la alta inflación como por el aumento de los tipos de interés».
Perspectiva sombría
Alemania, que depende en gran medida de las importaciones energéticas rusas, se vio duramente afectada por la operación militar especial rusa en Ucrania en febrero de 2022.
Un invierno suave en Alemania ha ayudado al país a evitar el peor escenario que podría haber devastado su economía debido a la escasez de gas.
La crisis económica más reciente del país se produjo cuando la pandemia de Covid-19 golpeó a principios de 2020, obligando al gobierno a cerrar sectores económicos enteros para combatir la pandemia.
Las últimas cifras del PIB ponen de relieve las dificultades económicas, con el vital sector manufacturero del país luchando en medio de una débil demanda de bienes.
"De cara al futuro, Alemania se enfrenta a un problema de poder adquisitivo, a la caída de los pedidos industriales, al impacto del mayor endurecimiento de la política monetaria en décadas y al previsto declive de la economía estadounidense", afirmó el economista de ING Carsten Brzeski.
¿Cómo se ve afectada la eurozona?
La recesión técnica de Alemania y sus sombrías perspectivas son una mala noticia para toda la eurozona, cuya consecuencia más obvia es una revisión a la baja del PIB en el primer trimestre de 2023.
El economista Kenningham predice que el PIB de la región se contraerá un 0% en el primer trimestre de 2023, frente al 0,1%. El bloque evitará una recesión técnica.
La eurozona también se ve afectada por la alta inflación y el aumento de los tipos de interés, que están frenando el consumo de los hogares y la inversión empresarial. El sector manufacturero también se enfrenta a una fuerte caída de los pedidos.
Las perspectivas económicas siguen siendo sombrías, ya que el Banco Central Europeo (BCE) sigue subiendo los tipos de interés para frenar la demanda y reducir los precios. La inflación de la eurozona se situó en el 7 % en abril, muy por encima del objetivo del 2 % del banco central.
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