Según la Dra. Dinh Pham Thi Thuy Van, MSc. del Departamento de Medicina Interna del Centro de Ortopedia y Traumatología del Hospital General Tam Anh de Ciudad Ho Chi Minh, si bien se trata de una enfermedad benigna de los huesos y las articulaciones, las complicaciones de la gota, como fracturas óseas, cálculos renales y diabetes, pueden causar discapacidad y poner en riesgo la vida. Es fundamental que los pacientes presten atención a las anomalías en el organismo para una evaluación y tratamiento oportunos.
En las primeras fases de la gota, el paciente sólo presenta niveles elevados de ácido úrico en la sangre, y aún no se han formado los cristales que provocan artritis, por lo que a menudo no nota ningún síntoma.
La mayoría de los casos se detectan en una etapa avanzada y no requieren tratamiento. La enfermedad puede controlarse con cuidado y cambios en los hábitos alimentarios y de vida. Por el contrario, si no se detecta a tiempo, los niveles de ácido úrico continúan aumentando, lo que provoca la acumulación de cristales de urato, lo que causa inflamación y la aparición de los síntomas de la enfermedad.
La gota presenta diferentes síntomas en cada etapa. (Ilustración)
En la etapa 2, los síntomas son evidentes: se depositan cristales de úrico alrededor de las articulaciones, a menudo en el dedo gordo del pie, el tobillo, la rodilla, la muñeca y el codo, lo que causa inflamación aguda. En este momento, el paciente presenta dolor y molestias intensos, y las articulaciones afectadas se inflaman, se vuelven blandas, calientes y rojas. La enfermedad suele aparecer de forma repentina, con una duración de solo 3 a 10 días; el dolor disminuye gradualmente con el tiempo.
En la etapa 3, la frecuencia de la inflamación y los síntomas agudos de gota se hacen cada vez más frecuentes, afectando gravemente las articulaciones.
La gota que ha progresado a la etapa 4 puede desarrollar tofos. Estos nódulos aparecen como pequeños nódulos inflamados que se desarrollan justo debajo de la piel, en las articulaciones. Pueden producirse daños permanentes en muchas articulaciones del cuerpo, incluso en los riñones. En esta etapa, si el tratamiento se retrasa, el paciente puede sufrir complicaciones irreversibles que afecten gravemente su salud y movilidad.
Los expertos recomiendan que, en las primeras etapas, la gota no suele presentar síntomas evidentes. Las personas con riesgo de padecerla deben prestar atención a las señales de alerta del organismo para tratarla con prontitud, prevenir su progresión, reducir el riesgo de complicaciones peligrosas y reducir la calidad de vida.
Algunos grupos de personas con altos factores de riesgo para la enfermedad son las mujeres en la menopausia, las personas con sobrepeso y obesidad también tienen altos factores de riesgo para la gota, las personas con estilos de vida poco saludables, abuso de alcohol, tabaco, estimulantes y alto consumo de proteína animal en su dieta necesitan prestar mucha atención a la detección temprana de los signos de la enfermedad y al tratamiento oportuno.
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Fuente: https://vtcnews.vn/dau-hieu-nhan-biet-som-benh-gout-ar909361.html
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