A partir del 15 de septiembre, en los aeropuertos nacionales de todo el país, los pasajeros podrán realizar el check-in para sus vuelos utilizando únicamente VNeID y datos biométricos - Foto: VOV
El Primer Ministro Pham Minh Chinh acaba de firmar la Directiva n.º 24/CT-TTg, de 13 de septiembre de 2025, sobre la promoción del despliegue de soluciones tecnológicas para servir a personas y empresas en relación con los datos de población, la identificación y la autenticación electrónica. En consecuencia, el Gobierno se ha fijado el objetivo de que, para octubre de 2025, el 100 % de los aeropuertos nacionales hayan completado la implementación de procedimientos de facturación de pasajeros utilizando únicamente el VNeID. Esto no solo supone un cambio técnico, sino también un paso importante en la transformación digital nacional, una transformación en la que cada ciudadano es el centro.
Recordar el número 24, en tono jocoso e íntimo, de “leer la contraseña” al acudir a gestorías administrativas a realizar trámites.
Porque en la Directiva 24, el Primer Ministro ordenó muy firmemente: "No se debe exigir a los ciudadanos que presenten originales o copias de documentos que se hayan integrado en VNeID cuando los ciudadanos hayan presentado la información correspondiente de VNeID".
En pocas palabras, si la información ya está en la aplicación, no obligue a la gente a llevar papeles en el bolsillo. Esto demuestra contundentemente que la tecnología debe ir de la mano con la comodidad, que la transformación digital no puede limitarse a los eslóganes, sino que debe reducir realmente las barreras invisibles.
De hecho, todavía se da la situación de "hablar de integración, pero todavía te piden papeles".
La Directiva 24 es un compromiso oficial que establece un requisito de transparencia: los organismos públicos ya no pueden "obligarlos a estar seguros", sino que deben implementar el principio de "ventanilla única, datos únicos". No se trata solo de una cuestión de procedimiento, sino de una historia de confianza: la confianza de la ciudadanía en el Estado, la confianza del aparato administrativo en la capacidad tecnológica y la confianza en que el país puede operar una administración más moderna y ágil.
Desde una perspectiva social, este paso es de gran importancia. Las personas, especialmente los grupos vulnerables como las personas mayores, las mujeres embarazadas o las personas en zonas remotas, que a menudo tienen dificultades para llevar consigo todo tipo de documentos, ahora tienen una carga menor. Con una sola aplicación en el teléfono, toda la información básica está integrada y autenticada. Esta es también la forma en que el Gobierno envía un mensaje: acompañando a la gente, eliminando las dificultades de los pequeños detalles.
Por supuesto, no podemos esperar nada inmediato: la Directiva significará que mañana se acabará la situación de que se les pidan documentos. Los viejos hábitos administrativos son difíciles de cambiar de la noche a la mañana. Pero lo importante es que el Gobierno ha "hablado con franqueza", ha allanado el camino y ha exigido responsabilidades públicas. Esto significa que si algún funcionario sigue pidiendo documentos, ya no es un "hábito", sino una violación de la Directiva. Y la gente tiene todo el derecho a quejarse. Se trata de un mecanismo de control inverso, para que la propia ciudadanía pueda participar en la protección de sus propios derechos.
La Directiva 24 también establece requisitos paralelos: los ministerios, sectores y localidades deben revisar los procesos, modificar los documentos y modernizar la infraestructura. Al fin y al cabo, la tecnología es solo una herramienta; las personas son la clave. Sin formación ni sanciones, los escáneres biométricos o las aplicaciones VNeID pueden fácilmente quedar en el olvido. La solución no es solo comprar más equipos, sino innovar la forma de trabajar, creando una nueva cultura de servicio público: considerando a las personas como objeto del servicio y su conveniencia como criterio de evaluación.
En el sector de la aviación, la aplicación de la biometría es un paso inevitable. Los principales aeropuertos internacionales la llevan implementando desde hace tiempo, y Vietnam no puede demorarse. La implementación simultánea en octubre demuestra la determinación del Gobierno y del Primer Ministro de "no decir que no, no decir que es difícil, no decir que sí, pero no hacer". Pero para mantenerla, las aerolíneas y las autoridades portuarias deben sumarse: desde la formación del personal hasta la garantía de una infraestructura operativa estable y la seguridad absoluta de los datos. Nadie quiere perder un vuelo solo porque el sistema se bloquea.
Un factor igualmente importante es la comunicación con la gente. Las novedades siempre requieren tiempo para acostumbrarse y adaptarse. La gente preguntará: "¿Qué pasa si la aplicación falla?", "¿Qué pasa si pierdo mi teléfono?", "¿Qué pasa si la red es inestable?". Estas preguntas no son triviales, sino una verdadera prueba. Para tener éxito, las autoridades deben explicar con transparencia y ofrecer planes de contingencia para que la gente pueda usarlas con tranquilidad.
A largo plazo, la Directiva 24 también impulsará los servicios públicos en línea. Cuando se integren los datos, cuando el VNeID se convierta en la única "identidad digital", solicitar certificados de nacimiento, pagar impuestos, realizar exámenes médicos, etc., también será más fácil. Ese es el objetivo final: construir una administración digital, donde las personas solo necesiten una única identificación para ir a todas partes y realizar todos los trámites.
Y no olviden que, para que la ley se mantenga vigente, es necesario mejorar el marco legal. La Directiva 24 ha exigido modificaciones a los decretos y circulares pertinentes. Esta es la decisión correcta: si no se elimina la ley de raíz, la supresión del papel seguirá vigente.
La Directiva 24 no es solo un documento administrativo. Es un recordatorio de que la transformación digital no puede limitarse a la tecnología, sino a cambiar la forma en que el Estado sirve a la ciudadanía. Desde trámites menores como los documentos de vuelo y los permisos de conducir, hasta trámites más complejos, todos deben priorizar la comodidad, la transparencia y la eficiencia.
Los ciudadanos, con sus derechos y responsabilidades, también deben participar: instalar y usar proactivamente VNeID e informar cuando surjan dificultades. Porque la transformación digital no es solo tarea del Gobierno, sino un proceso colectivo, donde cada ciudadano es un "eslabón".
Un simple toque en una aplicación, en lugar de una presentación en papel, parece insignificante, pero es a partir de estos pequeños detalles que se construye la confianza en una administración moderna. Y cuando la confianza es plena, la transición a la eliminación del papeleo será verdaderamente exitosa.
Dao Tuan
Fuente: https://baochinhphu.vn/chi-thi-24-va-hanh-trinh-tien-toi-xoa-giay-thanh-cong-10225091413182734.htm
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