Cuando el radar y los satélites "escuchan" el cielo juntos
En una declaración difundida a los medios iraníes el 18 de junio, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) dijo: "El último ataque demuestra que hemos obtenido el control total del espacio aéreo israelí".
Esta declaración se hizo eco de una declaración similar hecha anteriormente por el presidente estadounidense Donald Trump sobre que Israel y sus aliados tienen la capacidad de “controlar el espacio aéreo iraní”.
Tácticamente, la superioridad aérea se refiere a la capacidad de controlar el espacio aéreo sin una resistencia enemiga significativa.
Esto significa que ambos lados pueden desplegar aviones de combate en el espacio aéreo enemigo sin temor a ser interceptados o obstaculizados por las defensas aéreas.
Entonces, ¿cuál es la naturaleza del control del cielo y qué importancia tiene? Lo descubriremos en el siguiente artículo.

El sistema de defensa de Israel interceptó un misil iraní en Tel Aviv la madrugada del 18 de junio (Foto: Reuters).
En el mundo moderno, proteger el espacio aéreo, o el espacio aéreo sobre el territorio de una nación, ya no es simplemente una cuestión de utilizar radares y misiles.
En cambio, el panorama actual marca el surgimiento de sistemas modernos, conocidos como control del espacio aéreo de múltiples capas, que combinan satélites, vehículos aéreos no tripulados (UAV), radares terrestres y, especialmente, inteligencia artificial (IA).
Allí, cada nivel del cielo se gestionará con tecnologías diferentes. A baja altitud, cerca del suelo, se utilizan sistemas de defensa como Iron Dome (Israel) o Pantsir-S (Rusia) para interceptar misiles y vehículos aéreos no tripulados.
A altitudes medias y altas, entran en juego aeronaves de alerta temprana, radares de largo alcance y satélites. En particular, los satélites modernos de teledetección pueden tomar imágenes de extensas áreas desde el cielo.
Gracias a la IA integrada en el satélite, las imágenes se pueden procesar instantáneamente para detectar objetos sospechosos. Este avance ahorra tiempo y aumenta la capacidad de reacción, ya que, en lugar de enviar todos los datos a la estación terrestre para su procesamiento, el satélite ahora puede identificar aviones, misiles y vehículos aéreos no tripulados (UAV) directamente en órbita.
Para lograr el propósito mencionado anteriormente, los modelos de IA como YOLO, Faster R-CNN... están entrenados para "mirar imágenes de satélite" y detectar objetos como los ojos humanos, pero mucho más rápido y con mayor precisión.
Al combinarse con radares terrestres, aviones de alerta temprana y vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento, todos los datos se recopilarán y analizarán mediante algoritmos de síntesis inteligentes.

La IA se puede integrar directamente en los satélites para procesar y tomar decisiones para proteger el espacio aéreo (Foto: CGTN).
El objetivo es producir una imagen del cielo en tiempo real, llamada “cielos conscientes” (ASA), que ayuda a los comandantes militares a saber exactamente quién está volando, dónde y si representa una amenaza.
Pero el control del espacio aéreo no se trata solo de detección, sino también de tomar decisiones rápidas y precisas. Es un verdadero juego tecnológico, donde el sistema de defensa más avanzado y preciso tendrá la ventaja.
El juego de la tecnología en la guerra moderna
Entre cientos de objetivos, el sistema de control del espacio aéreo debe determinar qué objetos interceptar, así como cuáles son civiles y cuáles están de paso. Para ello, se utilizan modernas tecnologías de control y algoritmos de optimización.
Este sistema actúa como un "cerebro central", capaz de calcular y comandar cada unidad de combate (UAV, misil, radar, etc.) para coordinar acciones de la forma más eficaz. Gracias a ello, diversos dispositivos pueden operar como una formación unificada sin que los humanos tengan que controlarlos.
Además, la guerra electrónica, o los métodos de interferencia, cegamiento de radares, corte de comunicaciones... también complican el control del espacio aéreo.

Los sistemas de control del espacio aéreo actuales combinan tecnología de IA, satélites inteligentes, redes de sensores multifuente... para lograr la máxima eficiencia (Foto: arXiv).
Por lo tanto, los sistemas modernos deben ser flexibles para cambiar entre múltiples fuentes de datos, ya que si el radar se desactiva, se pueden seguir utilizando satélites o vehículos aéreos no tripulados. En algunos casos, si el canal de comunicación se interrumpe, se puede cambiar a una red satelital como Starlink para mantener las operaciones.
En el futuro, los sistemas de control del espacio aéreo podrán aprender y mejorar con cada batalla gracias a la inteligencia artificial. La IA puede detectar nuevos tipos de ataques, recordarlos y responder con mayor rapidez la próxima vez. La automatización también reduce el riesgo de errores o decisiones humanas.
En resumen, el control del espacio aéreo hoy en día es un problema complejo, pero lleno de potencial cuando se combinan tecnologías como IA, satélites inteligentes y redes de sensores de múltiples fuentes.
Cualquier país que domine esta tecnología no sólo protegerá mejor sus cielos, sino que también obtendrá una enorme ventaja estratégica tanto en seguridad de la aviación como en defensa moderna.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/bau-troi-thong-minh-cuoc-cach-mang-kiem-soat-khong-phan-bang-ai-va-ve-tinh-20250618110908000.htm
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