Yamal (izquierda) enfrentará muchas dificultades esta temporada - Foto: Reuters
Es una sensación familiar, después de que el entrenador Hansi Flick y su equipo atravesaran un viaje histórico la temporada pasada.
Los regresos
La temporada 2024-2025 fue una temporada exitosa para el Barça, ya que ganó todos los títulos nacionales posibles, incluida La Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España, y llegó a las semifinales de la Liga de Campeones.
Pero ese no es el factor más memorable. Comparados con la legendaria generación de Messi y Guardiola, esos títulos no bastan. El Barça de la temporada 2024-2025 se ganó un lugar en el corazón de la afición gracias a las emociones intensas que generó en el partido; para ser exactos, a las remontadas.
Un total de 11 remontadas consiguió el Barça la pasada temporada, sin contar los empates: un auténtico récord.
Las remontadas llegaron en La Liga, la Copa del Rey, la Supercopa e incluso la Champions League. La afición aún no ha olvidado el momento en que Raphinha marcó el gol de la victoria del Barça en la victoria por 5-4 sobre el Benfica, tras ir perdiendo 2-4. Ni la explosión de 4 goles del Barça en 26 minutos en el Clásico al final de la temporada, que les permitió ganar 4-3 tras ir perdiendo 0-2...
La sensación de remontar es emocionante. Pero si pudieran elegir, desde el entrenador Hansi Flick hasta la afición del Barça, probablemente preferirían victorias contundentes, fáciles y tranquilas en lugar de verse envueltos en una lucha tan dramática. Remontar siempre es el último recurso y trae graves consecuencias en términos de fuerza física, lesiones... y otro factor: la "seriedad".
Hansi Flick, entrenador del Barcelona - Foto: REUTERS
La fuerza se está debilitando.
Cuando el Barça empató 3-3 ante el Inter de Milán en el minuto 90+3 de la vuelta de la semifinal, fue el momento en que pagaron el precio de su falta de seriedad. En un estado de euforia tras la dramática remontada, los jugadores del Barça inundaron repentinamente el campo rival a pesar de ir ganando en los minutos finales. Y entonces encajaron un gol cuando un defensa central rival se lanzó al ataque. Ese es el lado negativo de la euforia, del espíritu fogoso.
El entrenador Hansi Flick sabe que no puede repetir una temporada así. El estratega alemán ha sacado buen provecho de sus jóvenes jugadores. Pero después de un año, las sorpresas se desvanecen poco a poco. No se sorprendan si Lamine Yamal será vigilado más de cerca esta temporada. Y Gavi, Cubarsi, Casado... empezarán a correr el riesgo de lesionarse.
El gran problema del Barça es que no tiene suficiente dinero para mejorar la calidad de su plantilla cada temporada. En este mercado de fichajes de verano, lo único que pudo hacer el Barça fue fichar a un portero para sustituir a Ter Stegen en el futuro y tomar prestado a Marcus Rashford, una estrella con mucho talento y muchos defectos. Estas no son incorporaciones reales a sus ambiciones de campeonato, sino simplemente un parche.
Es difícil culpar al presidente Joan Laporta y a la directiva del Barça. Han tenido que trabajar duro para ayudar al Barça a superar la crisis financiera que se ha prolongado durante los últimos cuatro años. Este verano, la masa salarial del Barça aumentó en 20 millones de euros anuales tras el costoso contrato de Yamal. Por lo tanto, se ven obligados a apretarse el cinturón.
No solo eso, el Barça se vio obligado a despedir a Íñigo Martínez, Pablo Torre y Pau Víctor. Estos dos últimos nombres quizá no sean muy importantes, pero Íñigo Martínez fue el líder de la defensa azulgrana la temporada pasada. La marcha del central español debilita aún más la defensa del Barça.
¿Y entonces volverán las remontadas al Barça? Es solo cuestión de necesidad.
Fuente: https://tuoitre.vn/barca-dep-nhung-qua-mong-manh-20250826094939136.htm
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